Viaje de prospección Siria y el Líbano

Viaje realizado por María José y Mabel, del 5 al 16 de febrero del 2010. 

Visitas y hoteles:

  • Damasco: Hotel Aphamia 3*, Hotel Europa 3*, Hotel Damascus Internacional, Hotel Dar Al Yasmin, Hotel Semiramis, Hotel Talisman.
  • Costa: Hotel Shanin Towers 4*, Hotel Riviera 4*, Afamia Rotana 5*.
  • Hamma: Hotel Noria 3*, Hotel Orient House 3* sup. (categoría especial).
  • Alepo: Hotel Mandaloun 4* (categoría especial), Hotel Martini 4* (categoría especial), Hotel Baron 4* (categoría especial), Hotel Riga Palace 4*, Mansouriya Palace 5*.
  • Deir Ez Zor: Hotel Ziad 3*, Hotel Cham Badia 4*.
  • Palmyra: Hotel Oriente 3*, Hotel 5* Dederman, Hotel 5* Tadamora Palace, Hotel Zenobia Oasis 3* sup., Hotel Semiramis 5*, Hotel 3* Heliopolis, Hotel 3* Villa.
  • Beirut: Hotel Mozart 4*.
  • Sidón: Alqaa-lat (categoría especial).

 

5 de febrero de 2010

Embarcamos en el aeropuerto de Barcelona rumbo a Damasco, haciendo escala en Estambul. Volaremos con la compañía Turkish Airlines que realmente nos ha sorprendido por sus servicios a bordo en ambos vuelos, la comida, etc. Actualmente desde Barcelona no tenemos vuelos directos, por lo que realizar la escala en Estambul es una buena opción de ruta. Muertas de sueño, llegamos a Damasco, donde nos espera nuestro guía Hassan para realizarnos los trámites de visado en el país y facilitar que el acceso sin haber realizado el visado previamente en España sea factible.

La primera impresión al salir a la calle es el frío. Mucha gente asocia Siria con un clima más templado, pero la realidad es que la temperatura es igual que la nuestra en invierno o incluso un poco más fría. 20 minutitos de un Damasco desierto, a las 2.00 de la madrugada, nos separan del hotel Aphamia situado en el centro. Las instalaciones comunes son muy sencillas, pero las habitaciones la verdad que están muy bien. Vamos a dormir que mañana nos espera un largo viaje.

6 de febrero de 2010

Hemos dormido apenas 3 horitas, pero es lo que nos toca si queremos aprovechar bien nuestro viaje. Después de desayunar y cambiar dinero salimos hacia Maalula, pintoresco pueblo de camino a la costa situado a unos 1500 de altitud y uno de los 3 pueblos que quedan donde todavía se habla arameo. Visitamos el Convento de San Sergio y Bachus de los más antiguos de Siria. La chica que guarda el convento nos recita el padre nuestro en arameo (realmente hemos tenido suerte) y caminamos a través de la gruta de Santa Tecla, en medio de un paisaje de roca espectacular. Ya empezamos a percibir los olores del pan recién hecho, el café y algún sofrito de tomates. No puede ser! Hace tan sólo 2 horas que hemos desayunado.

Nuestra siguiente parada es Crac de Caballeros, fortaleza de los cruzados espectacular donde las haya y muy bien conservada. Después de comer en un restaurante estupendamente junto a la fortaleza, seguimos nuestro camino hacia el templo de Amrit. Ha sido nuestra primera comida seria en Siria y realmente ha sido una experiencia gastronómicamezzes variados compuestos con delicias tales como hummustabboulé y otras delicatessen, seguidas de unos pinchos de pollo y patatas fritas buenísimas! Y sobre todo, un camarero súper gracioso que nos ha hecho pasar una divertida comida.

Por la tarde nos dirigimos hacía Amrit, restos de un templo fenicio en Tartus que antiguamente era una piscina formada por un conducto por el que entraba el agua desde el mar. Lo mejor ha sido ver como empezaba a atardecer y el cielo se volvía de un color rosado impresionante. Nos hemos acercado en el ferry local a la isla de Adward: pequeña porción de tierra situada a 20 minutos del continente. Es una isla curiosa: con astilleros, pequeñas iendas y calles estrechas con niños correteando por doquier. Se ha echado el frío en la isla y lo mejor ha sido el té calentito a la menta que nos hemos tomado en una terraza.

Llegamos a Lataquia, en la costa al hotel Riviera, un hotel que esta bastante bien e incluso por un módico precio nos han subido la cena a la habitación, la verdad que comer bien y por poco dinero es muy fácil en este país. A descansar y hasta mañana.

7 de febrero de 2010

Hoy salimos temprano hacia la antigua ciudad de Ugarit, donde fue inventado el primer alfabeto antes de ser adoptado por los pueblos egeos. El yacimiento esta muy bien conservado, y por unas pequeñas escaleras hemos podido entrar a una antigua tumba. También nos hemos acercado a la fortaleza de Saladino, perteneciente a las época de las cruzadas pero conquistado por Saladino. La fortaleza esta ubicada encima de una montaña por la cual se accede por unos pequeños caminos.
Por la tarde y ya descendiendo el valle del río Orontes, nos dirigimos a Aphamia, durante el camino nos hemos ido fijando en los pueblos que pasábamos al lado de la carretera y en la forma de vida de estas personas tan cercana a la forma de vida que tenían nuestros abuelos, se respira vida por todos lados con sus niños jugando en las calles y saludándonos a nuestro paso y las mujeres y hombres sentados en las puertas de su casa tomando una tacita de té. Es increíble ver como a pesar del frío que hace, todo el mundo esta en la calle relacionándose con los demás.

Llegamos a Aphamia, una preciosa ciudad Grecoromana. Allí hemos disfrutado de una puesta de sol espectacular entre columnatas, ruinas y el teatro. En este lugar se respira paz e historia por todos lados, la verdad es que da penita irse. Seguimos hasta Hamma, la ciudad de las norias, donde ya hemos llegado de noche y hemos podido visitar su mercado cubierto, y se nota que en esta zona no suelen llegar muchos turistas porque es un mercado del pueblo nada enfocado al turismo y donde
nadie te agobia para que compres, sino todo lo contrario: te miran de reojo como asombrados de que estuviésemos allí. Ha sido una experiencia muy bonita.

Con nuestro guía nos hemos dirigido a la zona antigua a cenar a un restaurante recomendadísimo por él: y tenía razón. Hemos disfrutado con platos tradicionales que además solo están presentes en esta zona del país: como la ternera con cerezas… Ummm! Buenísima. Pequeñísimas porciones de carne en una cazoleta de barro y estofada con cerezas. Hoy también hemos probado una bebida muy tradicional, que es el zumo de limón con menta y azúcar. Aquí los limones son mucho más dulces y menos ácidos que en España. Estamos alojadas en el Hotel Orient House, la entrada es preciosa como una antigua casa damasquesa.

 

8 de febrero de 2010

Esta fría mañana hemos paseado por la ciudad de Hamma. Tiene un encanto especial: rodeada por todas sus norias de madera que siguen en completo funcionamiento desde marzo-abril hasta octubre-noviembre. De la zona antigua se siguen conservadas algunas calles realmente bonitas. Hemos visitado el palacio Qasr Ibn Wardan. De camino a Alepo hemos parado en una casa colmena sin avisar, es increíble la hospitalidad de esta gente que te abren las puertas de su casa y te sirven un rico té sin conocerte y sin esperar nada a cambio. Ha sido emocionante sentarnos en el salón de su casa todo decorado con alfombras.

Para llegar a Alepo, en lugar de la habitual ruta por la autopista, hemos desviado por una carretera secundaria para coger un atajo y entrar por el sur a esta ciudad. Eso nos ha permitido ver un Alepocompletamente distinto, que nada tiene que ver con la imagen habitual de su zoco y la zona medieval. Es una ciudad dura en muchos aspectos y que actualmente tiene casi 5 millones de habitantes. Llena de comerciantes y muy viva, esta zona de la ciudad tiene un aspecto decadente y descuidado. Aquí se nota la pobreza de sus gentes rodeados de toneladas de basura.

Hemos coincidido con una visita oficial del Presidente, con lo cual muchísimas calles del centro estaban cortadas y hemos tenido que hacer varios rodeos hasta llegar al centro, sumado a un tráfico infernal en hora punta… Socorro! Estamos en una gran ciudad. El zoco es inmenso, lleno de caravanseres y con todo tipo de productos. Aquí se puede comprar un jabón muy apreciado hecho con aceite de oliva y laurel que parece ser que es una maravilla. Lo probaremos. Nos hemos tomado un zumo de fresas naturales hecho al momento… Riquísimo!!

 

9 de febrero de 2010

Esta mañana nos hemos acercado a la catedral de San Simeón Estilita. Es un día horrible de lluvia y a duras penas hemos visto esta iglesia dedicada a este santo que murió encima de una columna. Hacia el mediodía hemos regresado a Alepo para hacer visitas en la ciudad, a la mezquita, etc. Una experiencia tradicional es disfrutar de un Hamman aquí o bien en Damasco. Nosotros hemos entrado a uno tradicional que habitualmente es sólo para recibir hombres. Como éramos un grupito más o menos grande de mujeres, han hecho una excepción!. Después del baño, viene en relax y envueltos en toallas vamos a la zona de descanso con un té calentito. Por la noche hemos asistido a un espectáculo folklórico de chicos danzando con espadas y los típicos derviches.

10 de febrero de 2010

Esta mañana hemos salido muy temprano y hemos parado a desayunar en un poblado beduino con el pic-nic que nos han preparado en el hotel. Hemos compartido un ratito con la familia que nos ha acogido, entorno a una estufa de leña. Poco a poco hemos ido descendiendo hasta la zona del lago Assad donde se nota que (por suerte!) ha subido la temperatura unos graditos, que nunca viene mal. En esta zona tenemos un paisaje precioso dominado por el enorme lago. Lástima que no estemos en verano, pues es casi obligado bañarse en él a partir del mes de mayo-junio. Las aguas están limpísimas y es una zona muy tranquila para desfrutar del agua y del sol. Por la tarde hemos visitado las ruinas de Rusaffah muy bien conservadas.

Lo que más nos ha impresionado de ellas ha sido los enormes contenedores, que antiguamente se usaban para guardar el agua, algunos son realmente espectaculares por su tamaño. Mientras deambulamos por Russafah escuchando las explicaciones de Hassan vemos la fantástica puesta de sol creando un contraste de colores, estamos solos en este lugar y la tranquilidad es absoluta.

Antes de llegar a nuestro destino descubrimos una tienda de campaña de beduinos nómadas y nuestro guía decide parar para ver si nos invitan a visitarlos y como no así es. La experiencia ha sido fantástica, descubrir como viven estas personas sin apenas nada viajando de una lado para otro con todas sus pertenencias encima, hemos tomado un rico te casero en la haima ahogados por el humo de la chimenea que tenían, no sé como lo aguantan pero es necesario con el frío que hace y
más ahora que ya ha anochecido. Nos vamos con penita de este lugar, ya que toda la familia han sido muy cariñosos con nosotros. Seguimos hasta Deir Ez Zor donde dormiremos en el Hotel Ziad. Sencillito, pero muy acogedor. Es una ciudad nada turística donde hemos cenado de lujo en un restaurante local.

 

11 de febrero de 2010

Por la mañana hemos visitado el mercado de Deir Ez Zor, mercado nada turístico donde compran los locales y, por tanto, lleno de encanto. A continuación hemos visitado Mari, restos de una ciudad sumita construida en adobe y medio derruida. Por la noche hemos llegado a Palmira, donde hemos podido ver desde lejos sus restos arqueológicos iluminados. Ha sido impresionante, se puede pasear por la noche sin problemas, pero estamos muy cansadas y decidimos dormir para retomar fuerzas para la visita diurna.

 

12 de febrero de 2010

Hoy dedicamos la mañana a visitar Palmira los restos arqueológicos de una importante ciudad ubicados en un Oasis que antiguamente era parada para las caravanas que realizaban laruta de la seda. La verdad que es impresionante y está muy bien conservado. Nos vamos antes del atardecer, pero nos quedamos con las ganas de ver cómo se pone el sol, ya que dicen que es espectacular. Visitamos el hotel Zenobia Oasis, estratégicamente ubicado y con unas excelentes vistas a las ruinas. Regreso a Damasco.

13 de febrero de 2010

Esta mañana nos hemos dedicado a conocer la antigua Damasco, donde hemos visto la mezquita de los Omeyas, una antigua y preciosa mezquita chiíta, además de callejear por el zoco y el mercado de las especias. El ambiente que se
respira es fascinante; una mezcla de tradición y modernidad, y callejuelas con muchísimo encanto. También, cómo no, hemos hecho alguna parada técnica para fumar la consabida nargile. Después de comer hemos pasado por el hotel a recoger
nuestros bártulos y cargar las cosas de nuevo en la mini-van para dirigirnos hacia El Líbano y completar así la segunda parte de nuestro viaje.

Desde Damasco a Beirut la carretera es excelente y, a excepción de los lentos trámites aduaneros, ha sido muy curiosos porque hemos cambiado el dinero en la misma autopista tras una valla. Ttoda una experiencia. El viaje se hace muy corto y en dos horitas y media nos plantamos en Beirut, después de subir un puerto de montaña con el monte Líbano al frente. Al salir de Siria, tuvimos que rellenar un formulario y pagar unas tasas de salida. Lo mismo que al entrar en El Líbano, que hay de desembolsar unos 12€ al cambio. Aquí se nota que todo es mucho más europeo, más occidental: gasolineras por doquier, tiendas con productos occidentales, etc. Además del clima, por fin algo de calor!

14 de febrero de 2010

Beirut nos está sorprendiendo en muchos aspectos. Imaginábamos la ciudad mucho más derruida por la pasada guerra que ha tenido que sufrir este país, pero realmente está casi todo rehabilitado, aunque todavía queda algún edificio sin restaurar y nos ha impresionado mucho los agujeros de los balazos en sus fachadas, testigo de lo que esta gente ha tenido que pasar durante la guerra. A pesar de ello, la ciudad está controlada militarmente, no tienes sensación de inseguridad al pasear por las calles, todo lo contrario: se respira un ambiente de tranquilidad. Además, hoy es un día muy especial en la ciudad, pues se conmemora el 4º aniversario de la muerte de su presidente, y se organizan multitud de actos en su honor, toda la ciudad está plagada de fotos del presidente.

Hoy hemos hecho varias visitas fuera de la ciudad: nos hemos acercado al palacio de Beitt Edin, a unos 40 Km. de Beirut, que es una mezcla de italiano barroco y árabe. Es un lugar precioso y realmente hemos disfrutado la visita teniendo en cuenta que éramos las únicas que estábamos allí!!. Después nos hemos acercado a la ciudad de Sidón, en la costa libanesa, con un zoco precioso y un castillo de los cruzados. Aquí se respira un ambiente totalmente diferente a Beirut. Hemos podido disfrutar de un rico y fresco pescado en una de sus terrazas toda una delicia. Hemos seguido hasta Tiro una ciudad costera que destaca por sus restos arqueológicos que van a parar el mar. Hemos visitado las ruinas y nos ha dado tiempo a relajarnos cerca de la playa.

15 de febrero de 2010

Hoy ya dejamos Beirut para volver a Damasco. De camino visitamos Byblos, un pueblecito con mucho encanto cuna de varias civilizaciones donde hemos podido realizar algunas compras. Seguimos hasta la impresionante Baalbeck, un sitio arqueológico de los más atractivos del mundo, y muy bien conservado. Apenas hay gente, con lo cual disfrutamos totalmente nuestra última visita. Regreso a Damasco.

 

16 de febrero de 2010

De madrugada regresamos a España con la sensación de haber descubierto dos países parecidos, pero a la vez, totalmente diferentes. Siria nos ha sorprendido por su riqueza cultural, gastronomía y por sus gentes que parecen anclados en el pasado y, El Líbano, por su moderna capital y por la fuerza con la que se están reconstruyendo de su triste pasado y, cómo no, por su gastronomía.

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