La experiencia de vivir un rodeo
Si tuvierais que decir 3 cosas típicas de Estados Unidos al azar, a parte de los hot dogs, Wall Street y la manteca de cacahuete, ¿no os vendría a la mente el “rodeo”? Suponemos que sí, porque no hay algo más genuinamente americano que un buen rodeo, viviéndolo tanto como espectador o quizás, por qué no, como un participante más.
La adrenalina y la emoción están palpables desde el mismo momento en el que sale a la arena el primer cowboy intentando permanecer montado en su caballo o toro los reglamentarios 8 segundos, antes de que el asilvestrado animal lo mande al suelo con una rápida coz. Toda una experiencia que no deberíais perder si tenéis la oportunidad de asistir a uno de ellos. Os garantizamos que disfrutaréis al máximo, sintiendo en vivo y en directo lo que es un auténtico rodeo.
Sus principios fueron mero alarde entre vaqueros
Este deporte-espectáculo, tan popularmente americano, no comenzó a practicarse hasta la década de 1820-1830, cuando los vaqueros norteamericanos empezaron a reunirse de vez en cuando para demostrar sus habilidades como criadores, entrenadores y jinetes de caballos. Se inspiraron en las tradicionales técnicas de doma y equitación que los españoles habían extendido durante el siglo XVIII por el territorio que hoy es el norte de México, Texas, Nuevo México y California. Estas competiciones informales se realizaban entre los diferentes ranchos de la zona, y de ese modo, todos los cowboys podían alardear de lo buenos que eran con el lazo, en monta de caballo salvajes y toro bravo, o el marcado de ganado.
Se hizo tan popular esta manera de competir entre los vaqueros, que en 1888 se realizó la primera competición profesional en Prescott, Arizona. Fue el primer paso para establecerlo como un espectáculo de masas y posteriormente, una competición deportiva. Hoy en día cuenta con varias disciplinas, tales como caballo con montura, derribe de novillo, lazo sencillo o doble, caballo con petral, carrera de barriles, y cómo no, la monta de toro, que es considerada como la más arriesgada.
Aunque en Estados Unidos sea el lugar más conocido donde se practica este deporte, también es común en países como Canadá, Australia, Brasil y cómo no, en México, principalmente en la ciudad de Chihuahua.
Ahora ya conocéis cómo comenzó todo. ¿Listos para asistir a un rodeo? Si es así, enfundaros un buen sombrero de vaquero, unos tejanos desgastados, unas botas vaqueras y vuestra mejor camisa de cuadros. De esta índole estaréis de lo más adecuados para un rodeo sin desentonar. Y ahora, ¡a disfrutar, cowboys!